La cuadratura del círculo, de Gheorghe Săsărman


Compuesta por 36 cuadros independientes, fundamentalmente descriptivos, con componente narrativo escaso, podríamos otorgar a esta obra la categoría de fantástica, pero con una fantasía al servicio del pensamiento. Además de las de índole filosófica, encontramos ramificaciones históricas, de ciencia ficción, mitológicas, poéticas, de aventuras, incluso de terror, y un claro componente irónico-satírico. Su originalidad, no obstante, radica en haber recogido diversos elementos de la cultura universal y haberlos combinado de una forma personalísima pero en la que podemos reconocer influencias modernas. Sobre todo de La torre de Babel de Borges. También parece claro su parentesco con Las ciudades invisibles de Italo Calvino, pero, según el aclara prólogo, el autor no conoce el idioma italiano y la obra no se tradujo al rumano hasta después de la publicación de la de Săsărman. Tiene, además, un mayor componente narrativo, al menos en algunas piezas, frente al fundamentalmente descriptivo de la italiana. También parece ser que ha sido precursora de audaces obras posteriores, de carácter híbrido, pero incomprendida en un primer momento, y por eso mismo ignorada en la mayor parte de los tratados y antologías en los que merecía haberse incluido, hasta su traducción al francés y, sobre todo, su reedición en Rumanía en 2001, fecha a partir de la cual la obra despierta el interés que merece por parte de los estudiosos rumanos. En cualquier caso, el hecho de haberse dedicado su autor a la ciencia ficción también contribuyó, y mucho, a despistar a los especialistas.

El propio autor, en prólogo anexo, da el visto bueno a la versión de Mariano Martín y  manifiesta su satisfacción por poder ser leído en la lengua de Borges y Cervantes. La traducción al castellano conserva tanto su carácter filosófico como el estilo original a pesar de las dificultades presumibles. El citado traductor es también el prologuista. Anoto una de sus observaciones:

El estilo del original se caracteriza por la musicalidad de la frase, el ritmo de sus componentes, la selección de un léxico exacto y variado y, en suma, la difícil transparencia del discurso, cuya frialdad aparente disimula una ironía soterrada y un hábil juego de registros, en que predomina con todo uno culto y de aire objetivo que comunica una impresión de solidez real al despliegue de la imaginación.”

Abundan los apuntes eruditos, apenas se da individualización de los personajes ni interacción entre ellos. Las acciones que se describen, incluso los sentimientos, siempre son colectivos. Unas ciudades se presentan aisladas del resto del mundo, otras amenazadas o influidas por elementos externos, pocas veces son visitadas. En todos los casos manifiestan una fuerte idiosincrasia que las destaca del resto, sea por su fisonomía o por su historia. Entre ellas destacaré a la inquietante Musaeum en la que se construyen sin cesar unas estructuras sobre otras y bajo la cual se escuchan susurros nocturnos. Homogenia, que a base de albergar edificios idénticos acabó haciendo indistinguibles a sus habitantes, una sátira evidente de la masificación urbana y puede que de la globalización. En Motopia los hombres han mutado en homóviles (automóviles humanos) cuyo alimento son los visitantes y su principal actividad consiste en destrozarse mutuamente. Una visión muy particular de la crueldad de nuestra civilización. Selenia es, por supuesto, la luna, contaminada espiritualmente por los pensamientos y la producción artística de la humanidad.
El volumen aparece ilustrado con dibujos de Horea Flamand. Los geométricos recuerdan lejanamente a Escher en su trazado alucinado e imposible, las figurativas esbozan personajes aislados y enigmáticos, desprovistos del contexto que ayudaría a definirlos.
Lo que transmiten estos cuadros más o menos estáticos es la historia del hombre, su pasado y su futuro, las eternas rencillas, los obstáculos y penas, las conquistas, virtudes y defectos, la belleza, la soledad, la lucha por la existencia y el sentido de esta según lo concibe el autor. Todo un tratado filosófico centrado en lo visual para resaltar la huella que van dejando nuestros actos en la fisonomía de los sitios.

PRIMERA EDICIÓN: 1975 - (EN ESPAÑA: 2010) - EDITORIAL: LA BIBLIOTECA DEL LABERINTO - PAGS: 182 - TRADUCTOR: MARIANO MARTÍN.

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